Gua sha es una técnica milenaria, procedente de china, extendida a otros países asiáticos, y más recientemente a todo el mundo, que consiste en frotar la piel con un instrumento suave (de cuerno de búfalo, jade, incluso una cuchara para sopa) para hacer que las toxinas salgan del cuerpo mejorando la salud general.
Esta es la explicación simple y abreviada de gua sha (gua-sha, guasa, goa, y otros muchos nombres).
Gua significa frotar y sha se suele traducir como sangre enferma, sin embargo, en el lenguaje chino, sha debe significar obstrucción de la energía, problema.
La técnica del gua sha es muy sencilla: se frota la piel con el instrumento apropiado y, en los puntos en los que hay problemas aparecerá el sha, unas manchas rojo obscuro que indican la presencia de obstrucciones energéticas. Donde no hay problemas la piel solo presentará una piel rosada o blanca.
Es una técnica un tanto “escandalosa” por los colores que puede presentar la piel y no es especialmente ni placentera ni dolorosa (puede ser un poco molesta en las zonas dañadas). Sin embargo, las manchas desaparecen entre 2 y 4 dias despues de las sesión de gua sha y no dejan rastro.
Cuando desaparecen las manchas, puede hacerse otra sesión de gua sha.
El gua sha se aplica sobre todo en la espalda (como reflejo de todos los órganos y extremidades) aunque se puede aplicar sobre todo el cuerpo. Sobre la cara se conoce como gua sha facial, mas suave y on muy buenos efectos sobre la tersura y firmeza del rostro.
En próximos artículos contaremos los beneficios de esta técnica curativa y preventiva usada durante miles de años.
Si bien el masaje gua sha puede no ser tan agradable como otro tipo de masaje relajante, no me resulto doloroso en absoluto, más bien aliviador, y los beneficios se notan de inmediato.
Cuando hay dolor y contracturas severas creo que es una muy buena opción, las rojeces se van en un par de días o tres completamente y sales de allí notando una mejoría espectacular.