Drenaje linfático
El sistema linfático se ocupa de limpiar los desechos de nuestras células. Para ello, dispone de una red de capilares y vasos que recogen la linfa para filtrarla.
El sistema linfático no tiene un motor para hacer circular la linfa (como hace el coreazón con la sangre) y es fácil que en algún momentos, cuando algo no está del todo bien, pueda retenerse la circulación provocando que el líquido no circule convenientemente. En estos casos, además de la molestia de retener líquidos, el organismo no filtra convenientemente las toxinas por lo que no es conveniente no hacer nada frente a un problema de retención.
El motivo de esta retención de líquidos puede ser muy variable y puede ir desde un calor excesivo, obesidad, problemas renales, etc.. Si crees que retienes líquidos de forma excesiva, consulta a tu médico.
El drenaje linfático, manual o mecánico (presoterapia) pretende deshacer los atascos y lograr que el líquido vuelva a fluir de forma normal.
En el masaje linfático manual se trabaja, generalmente de forma suave y no dolorosa, la línea de los vasos linfáticos y los ganglios para hacer que la linfa fluya otra vez.
En la presoterapia se hace presión sobre distintas áreas del cuerpo empujando el líquido en la dirección correcta de forma coordinada.
El dreanje linfático esta indicado para un buen número de problemas: edemas, acné, celuitis (pero no confundir con un masaje anticelulitico), piernas cansadas, fibromialgia, etc.
También tiene contraindicaciones. no debe hacerse un drenaje linfático si tiene:
– Hipotensión arterial
– Tiroidopatías
– Enfermedades autoinmunoalérgicas (lupus, artritis reumatoide)
– Asma bronquial.
– Inflamaciones agudas (gota, reuma, cólico nefrítico)
– Post-tromboflebitis y post-trombosis.
– Edemas por insuficiencia cardíaca congestiva.
– Síndrome del seno carotideo.
Comentarios recientes